Una gran espada que perteneció a un aristócrata que gobernó Mondstadt. Fue elaborada artesanalmente con materiales de primera calidad.
Por eso, aunque ha pasado de generación en generación, sigue siendo tan firme como si fuera nueva.
Hace tiempo, el combate era responsabilidad de los nobles.
Debían proteger a la gente de los monstruos que amenazaban la paz y la estabilidad.
Según las fuentes escritas, desafortunadamente, el sentido de responsabilidad se perdió, y los nobles se convirtieron en los monstruos que debían haber derrotado.
Según los investigadores, el combate entre gladiadores, ahora prohibido por los Caballeros de Favonius,
comenzó como una ceremonia de sacrificio celebrada conjuntamente por la aristocracia con oraciones para los dioses.
Los Lawrence transformaron estos combates en una forma de entretenimiento para la aristocracia,
por lo que los Caballeros de Favonius acabaron aboliéndolos. Aun así, hay textos de las oraciones originales que han llegado hasta nuestros días.
“Por favor, cuida de los vientos de Mondstadt. Cuida de mí, de mis amigos, de mis compatriotas y de mi oponente. Que el sonido de las espadas chocando te deleite, y que la ofrenda de sudor y sangre te complazca”.
“Que el viento que me guía me bendiga con la fuerza necesaria para seguir adelante cuando estoy exhausto, y con la sabiduría para distinguir el bien del mal cuando esté confundido”.