Una espada pesada ceremonial de los Caballeros de Favonius. Debe contar con la aprobación del Gran Maestro y la Iglesia para ser entregada.
Los artesanos de Mondstadt han obtenido ciertos resultados en afinidad elemental mediante el estudio de los antiguos artefactos.
Esta gran espada no solo es un honor otorgado a un Caballero de Favonius, sino también el fruto del arduo trabajo y las habilidades de los guardianes de Mondstadt.
Puede canalizar poderes elementales con facilidad. Pero hay que tener en cuenta que su poder destructivo tiene el propósito de proteger aquello que debe ser protegido.
A día de hoy, solo sobrevive una Técnica de espada Favonius: la de Rostam, el Cachorro de Lobo, que consiste en blandir la espada con una mano.
Existió otra técnica que se perdió tras muchas generaciones: la de Arundolyn, el León de la Luz, que podía manejar una espada larga y una grande a la vez en combate.
Debido a la gran fuerza necesaria, solo aquellos dotados de una fuerza extraordinaria podían intentar esta técnica. Por ello, pronto desapareció.
Arundolyn y Rostam fueron buenos amigos que crecieron juntos. El primero procedía de un largo linaje de caballeros, mientras que Rostam nació en una familia campesina.
Su sueño compartido de convertirse en héroes fue lo que forjó su amistad. De jóvenes, fueron compañeros caballeros; como adultos, uno se convirtió en Gran Maestro, y el otro, en su asistente.
Aunque era Gran Maestro, Arundolyn no era portador de la Visión. Su formidable fuerza provenía de una mezcla de dones innatos y entrenamiento intenso.
El Gran Maestro, que se vanagloriaba de su propia fuerza, era el orgullo de los Caballeros. No; era el orgullo de todo Mondstadt.
Después de la muerte de Rostam, Arundolyn nunca volvió a mostrar su fuerza. Sentía que desafiar a los feroces monstruos ya no era motivo de honor.