Flor de la Vitalidad
En los antiguos peñascos de color cinabrio alguna vez floreció una hermosa flor.En la época en la que la sangre oscura y corrompida corría por el mundo, ni un ápice de fango llegó a mancharla.En aquel entonces, las rocas mantenían su tenacidad y los peñascos permanecían inamovibles incluso ante la amenaza de monstruos malignos de las tinieblas.Los taciturnos pobladores de las montañas y la brillante luna férrea le construyeron un tranquilo destacamento.“Hija de las montañas escarpadas y de la arena cristalizada, por favor, no llores por mí.Nací bajo la sombra de Tianheng para luchar y retribuirle a Rex Lapis.Mi vida que encomiendo al Yaksha de cuatro brazos al dirigirme hacia la guarida luminiscente...El sombrío camino de las oscuras cuevas y los minerales que flotan en escarpados peñascos...La marea de contaminación que emerge del abismo y los monstruos malignos que se resguardan en lo más profundo de la montaña...El miedo y lo inconcebible no son cosas que me produzcan terror”.El viento de la noche interrumpió al soldado de la Geoarmada, que no pudo decir sus palabras de adiós.Solo le dejó esta pequeña flor a la hija de los habitantes de las montañas como recuerdo.“Mis únicos miedos y preocupaciones son el olvido y la pérdida.Así pues, si tengo la desventura de acabar enterrado en un lugar sin nombre, te ruego que nunca me olvides”.
Máscara Atronadora
Llegó al Valle Tianchiu un Yaksha de cuatro robustos brazos.Proviniendo de tierras remotas, viajó hasta la Sima, y allí fue venerado por todo el pueblo.Infinidad de manjares se ofrecieron en su honor, y el vino y la comida corrieron a raudales.Entonces, el valiente Yaksha se adentró en las profundidades de la tierra y luchó en pos de la paz del pueblo.Con la agilidad y ferocidad de un monstruo, sus ojos púrpura revelaban una mirada asesina.El relámpago vibrante disipó la neblina de la muerte y el rayo serpenteante se disolvió entre las olas de oscuridad.Las nubes ocultaron el abismo magnánimo que se había expandido en el cielo, y entonces se aglomeraron, como si quisieran devorar el firmamento.El huracán y la discordia avanzaron de forma arrasadora, y el cinabrio exultante se guareció en la oscuridad.La vibración de las rocas se expandió hasta los pasadizos subterráneos en un terremoto, y gran parte de los valles en las profundidades colapsaron.La destrucción del abismo suscitó los lamentos de la tierra, pero estos cesaron ipso facto.Las nubes se solidificaron, dieron suceso al ocaso y los pájaros interpretaron el más melancólico de los cantos:“Ya no escucharás más en cada esquina el sonido desolador de los tambores del norte, el remolino fue llevándose poco a poco a todos nuestros héroes para siempre.Finalmente, nadie volvió a ver al Yaksha que luchó hasta el crepúsculo, y solo quedó un profundo suspiro por el tiempo perdido”.
Grabación del Contrato
El territorio de la Sima siempre ha tenido cierto tono de color cinabrio.Entre los mineros y los comerciantes de minerales de las montañas corre una leyenda sobre un Yaksha...Cuentan que un solitario viajero de cuatro brazos llegó a aquel salvaje lugar donde antaño cayó un astro.Cuando los pobladores de las montañas se enteraron de que el viajero, en su travesía para desterrar el mal, había llegado a su territorio, todos se amontonaron en torno a él.“Oh, visitante de tierras lejanas, por favor, acepte nuestro vino y escuche nuestra historia.Tal vez el vino de las montañas sea demasiado amargo, pues está muy lejos de ser tan excelente como el licor de Rex Lapis en la Cordillera Tianheng.Sin embargo, la montaña nos ha obsequiado con sus piedras y su jade, así como con la posibilidad de vivir de la explotación de los escarpados peñascos.Nuestra vida no es perfecta, pero gracias a Rex Lapis vivimos más cómodamente y con menos preocupaciones.No obstante, la situación ha cambiado, y una oscura sombra se ha puesto en medio de la bendición que trajo consigo el astro.Aunque no disponemos de las grandiosas ofrendas que deberíamos hacerle según el contrato, permítanos, oh, gran Yaksha, el atrevimiento de rogarle que nos salve”.El visitante escuchó en silencio las plegarias de los ancianos y, taciturno, bebió de un trago el amargo vino.Sin hacer ninguna promesa ni reprender a los mortales por su falta de etiqueta, se volteó y se marchó él solo en dirección este.En cuanto a qué ocurrió después, todo el mundo lo sabe...Sin embargo, esta sencilla copa de arena cristalizada con la que brindó con los ancianos constituye la prueba de la formalización de su contrato; una prueba que ha llegado hasta hoy en día.
Pluma del Resplandor
Cuenta una leyenda que, en el peñasco más alto de la Sima, hubo una vez un héroe que recogió la pluma de un águila.Otra leyenda sugiere que, por lograr semejante hazaña, el héroe obtuvo el privilegio de luchar codo con codo hasta la muerte junto a los Adeptus.“Morir protegiendo a los demás y persiguiendo aquello que buscas es sin duda un acto heroico.Sin embargo, ¿acaso no es como un pez que se sumerge en un profundo estanque o un ave que desciende hacia un profundo valle?Aunque te sientas realizado, si nadie se dio cuenta, caerás en el olvido.Los mortales somos como plumas que, arrastradas por un tornado, flotan hacia los cielos.Las llamadas ‘salvación’ y ‘persistencia’ no son más que cosas ilusorias y sin sentido”.El oscuro murmuro agitó el corazón de aquella persona cuyo nombre no permaneció.Al final, cuando la guerra terminó, muchos soldados se sumieron en un profundo letargo en las profundidades de las cuevas.Por su parte, los misteriosos gritos de las oscuras fuerzas armadas también se desvanecieron silenciosamente.Aunque la vida de los humanos es corta, la tierra siempre recordará sus actos.
Reliquia Solar
En la época en la que Rex Lapis aún era joven, el sol era un carruaje que viajaba por el mundo.Entonces, cuando las tres hermanas del cielo nocturno perecieron en la gran catástrofe, el carruaje del sol cayó en un profundo valle.Según los habitantes de las montañas, por fortuna, el sol se recuperó y volvió a iluminar la oscura bóveda celeste.Aunque las riendas solares volvieron al cielo infinito, un fragmento de ellas cayó para siempre.Cuando los habitantes de las montañas se trasladaron a la gran ciudad portuaria, molieron el fragmento hasta convertirlo en arena cristalizada y se lo vendieron a una persona que supo reconocer su valor.“Oh, no me hagan reír. Esos son rumores populares sin ningún fundamento. ¿Quién se los va a creer?Los comerciantes del Salón Shenglu siempre han sido unos ignorantes incultos que olvidaron hace tiempo el absurdo pasado.Al fin y al cabo, la brillante arena cristalizada no es un buen material para hacer cerámica, ni tampoco para crear lujosos pigmentos.Tal y como dicen los mineros, aunque esta historia no sea muy confiable, lo cierto es que tanto este reloj como alguna arenacristalizada provienen de los soldados de la Geoarmada de hace quinientos años”.Incluso para el poderoso Yaksha era difícil aguantar por mucho tiempo en el oscuro abismo donde tuvo lugar la lucha entre la luz y la oscuridad.Y es que los mortales necesitan la luz para no perderse en el velo de la oscuridad que todo lo engulle.La arena fluorescente que recogían los soldados de la Geoarmada para iluminar el camino brillaba tanto como una radiante luna blanca.Así, este reloj, que pasó de soldado en soldado, constituye el testimonio del tiempo que los mortales pasaron en el abismo.