Hace mucho tiempo, en una era en la que miles de barcos y de criaturas marinas flotaban sobre las aguas,
Liyue no conocía la paz, debido a las numerosas bestias que llenaban el océano.
Se dice que una bestia monstruosa se hizo con el control del fondo marino
y, mediante vórtices y remolinos, destrozaba los barcos y arrastraba a los animales hacia su perdición.
También se dice que en medio del mar apareció entre la niebla un islote divino del que surgía un arcoíris...
y que los afortunados que lo cruzaran y llegaran al islote encontrarían tesoros misteriosos que habían permanecido enterrados durante largo tiempo.
La leyenda también cuenta que ese islote está habitado por una bestia que dormita.
La mayoría de las leyendas de marineros y capitanes son muy extrañas, pero hay una historia que todos creen.
Rex Lapis tomó una lanza y, atravesando el arcoíris, clavó en medio de las profundidades al vórtice que atormentaba las aguas.
Se dice que, tras ese día, delfines y ballenas se reunían en ocasiones en esa zona del mar para entonar sus cantos.
Algunos opinaban que se trataba de melodiosas elegías y que estaban velando a los dioses en los que creían.
Otros pensaban que estaban maravillados del poder de la lanza de Rex Lapis, que había perforado el arcoíris.
En tierra firme también creen en las leyendas.
Se dice que, algún día, el vórtice al que el Rey Geo reprimió con su lanza despertará de nuevo.
El viento arrastrará un olor fétido desde el fondo del mar hasta tierra firme, que anticipará la llegada de una tormenta similar a una hidra de nueve cabezas.
Cuando llegue ese momento, ¿quién reprimirá esa cosa que salga del mar?