Una extraña gran espada decorada con un elegante reloj.
El distintivo sonido de su mecanismo de relojería sirvió como ritmo de combate para el portador y sus amigos.
Después de que la Orquesta se disolviera, la gran espada se metió en ácido. Por eso, sus engranajes están corroídos.
Aun así, sigue siendo un arma letal.
El traidor Kreuzlied, que viajó con la Orquesta del Errante, fue una vez miembro de la familia gobernante Lawrence.
En aquella época, los eruditos y los bardos no le daban mucha importancia a la historia. La aristocracia prefería ignorar deliberadamente su propia decadencia moral antes que enfrentarse al juicio del pasado.
Por ello, al blandir la espada en el aire, los aristócratas temblaban de miedo ante el sonido del reloj.
No se sabe qué castigo se impuso a Kreuzlied después del fallido levantamiento. Sin embargo, esto en sí mismo es prueba de sus orígenes privilegiados.
Cuenta la leyenda que, después de ser despedido de su cargo, su deseo de continuar el legado de sus compañeros rebeldes lo llevó a establecer una sociedad secreta destinada a derrocar la Aristocracia.
También se dice que ayudó todo lo que pudo a la gladiadora esclavizada cuando esta se rebeló.
En el pasado, corría el rumor de que la sociedad secreta de Kreuzlied trabajaba constantemente en las sombras,
protegiendo Mondstadt y haciendo todo lo que los Caballeros de Favonius no debían hacer.
Se llegó a decir que Rostam, el Cachorro de Lobo, dirigía esta organización en secreto, a espaldas del Gran Maestro.