Guardamano del Honor
La madre le mostró sus colmillos a la Shogun, quien la había tratado bien y le había otorgado una valiosa espada.Al final, lo único que le enviaron al clan Mikoshi fue su querido guardamano.La mayor ambición de la madre era librarse de su destino de vida o muerte con una pasión desbordante.Quería dejar un legado inmortal para los de su especie, que cada vez eran menos, en nombre de los oni de la guerra.Si el tigre manchado por el pecado la engullía, lo haría pedazos desde su interior.Podría haber conseguido grandes cosas bajo el mando del emblema Electro.Pensaba que podía limpiar la sangre de su kimono de guerra.Pero tanto este como su violento corazón estaban manchados de negro.Desde entonces, el hijo mayor, que debía haber heredado la fortuna de su familia, vivió recluido en una aldea a las afueras de la ciudad.Se hizo amigo del bosque de la Montaña Yougou, hasta que un día conoció a esa joven...“Qué fastidio. Si quieres dejar atrás el pasado, entonces te daré un nuevo nombre”.Después de oírlo hablar del pasado, ella, con sus alas oscuras, resopló con desdén.“Te llamarás Iwakura, que significa ‘montículo de rocas’. Alguien que no se verá afectado por las palabras de otros.Tienes que estar feliz de tener sangre oni corriendo por tus venas. Sonríe.Debes saber que los nombres que otorgamos como tengu de Yougou están dotados de un poder divino.Además, el nombre de una piedra va bien con tu mente y tus músculos, ¿no?Así pues, volvamos a batirnos en duelo aquí el año que viene, Iwakura, cuando los cerezos estén en flor.Hijo de los oni, domina la espada para convertirte en un oponente digno para un tengu de Yougou.Por cierto, si alguna vez logras tocarme, ¡la técnica secreta se llamará ‘vencedor de tengu’!Ya que para entonces habrás dominado la ‘técnica de espada derrota-tengu’”.
Casco Ornamentado
“¿Que el maestro Douin puede partir un rayo con su técnica de espada? ¡Jajaja!”, se burló el joven oficial Hiroshi, de la Comisión Kanjou, mientras envainaba su espada.Douin respondió con sequedad:“¿Cómo va a ser eso posible? Como mucho, podría hacerle un corte a un tengu en el aire.Bueno, ni siquiera. Que yo sepa, nadie ha conseguido hacer eso nunca”.“Ah, ¿sí? Entonces, ¿de dónde viene el nombre de la técnica de espada ‘corte Tengu’?”Al ver que Douin no respondía, el oficial de la Comisión Kanjou que había construido Ritou dijo:“Si no fuera porque el viejo Kujou se adelantó, me habría encantado reclutarte.Con tu destreza, ni siquiera Ako Domeki, de la Isla Seirai, sería rival para ti”.Como quien despeja una tormenta, ella le otorgó un nuevo nombre, una nueva vida.Le lanzó una espada oxidada y le dijo que consiguiera hacerle un corte a la tengu.Esas fueron las últimas palabras que le dijo cuando su espada se rompió...
Cáliz Escarlata
Gracias a la técnica de espada “corte Tengu”, Iwakura Doukei se convirtió en el maestro de espadas del clan Kujou.Además, así también fue como obtuvo su nombre de samurái, “Douin”, y como fundó una exitosa escuela de espadachines.Antes de asumir su puesto en la Hacienda Kujou, Doukei ya había aprendido el arte de beber.Por última vez, entró en el santuario que había quedado en ruinas debido a la técnica del corte tengu.Durante los últimos trece años, había luchado contra la tengu de Yougou trece veces en este sitio.Recordó su encuentro en ese santuario con la tengu de alas negras que se hacía llamar “Teruyo de Yougou”.Estos trece años pasaron tan rápido...Las hojas de los cerezos flotaban por la Montaña Yougou como copos de nieve.Era como observar a un ser querido alejándose...Los pétalos del Cerezo Sagrado de aquella época eran como nieve que caía del cielo.Y aunque en el santuario ya no había una deidad a la que rendir culto, todavía estaba intacto.Entre las montañas se oía el eco de una risa tan clara como las aguas de un estanque.Pero ninguno de los dos volvió a poner pie en el santuario en ruinas.
Pluma de la Laceración
Rodeado de unas plumas negras que habían caído debido a las ráfagas de su espada,el maestro espadachín por fin atrapó a la inalcanzable joven tengu.“Ah, ¡qué cerca estuvo! Increíble.Si la espada no se hubiera roto debido a tu poder,habría muerto aquí mismo. Y entonces...”“Teruyo, ¿deberíamos cambiar nuestro lugar de duelo para el año que viene?Conozco un sitio donde se pueden ver los cerezos en flor...”, pensó en decir Doukei.Ante el pequeño santuario derruido y sosteniendo las manos temblorosas de la tengu,el maestro espadachín se quedó mirando fijamente las plumas negras que había cortado.“Me atrapaste. No puedo negar que tú has ganado”.“La victoria aún no se ha decidido. Luchemos otra vez el año que viene”, quiso decirle.“Tu espada ya es incluso más rápida que los propios tengu.Recordaré para siempre todos y cada uno de los duelos que hemos tenido en estos trece años.Pero, como tengu de Yougou que soy, debo cumplir con mis responsabilidades con mi clan”.“Quise cambiar tu nombre con la esperanza de que te liberaras de tu sangre demoniaca.Debido a esa guerra, la sangre no humana se está volviendo cada vez más escasa.Después de todo, aquellos que no somos humanos no debemos codiciar el final feliz que sí les espera a ellos. Pero tú eres distinto.Ahora eres miembro de los Iwakura. Ya no eres aquel Mikoshi por cuyas venas fluía sangre demoniaca.Así que adiós, Doukei.Olvídame, y crea con tu espada un camino que solo les pertenezca a ustedes, los que tienen sangre Iwakura”.
Inrou de la Tempestad
En un pasado lejano, cuando la Isla Seirai aún no estaba rodeada por nubes eléctricas, los recuerdos fluían como la respiración.El elegante recipiente que contenía la tormenta y los temblores no le fue entregado a la persona prometida.“¿Vuelves a buscarme porque se rompió la cuerda? Eres un dolor de cabeza.Más allá de tu técnica de espada, no eres más que un adicto al juego”.“¡Hum! No me subestimes. También aprendí a dominar el arco gracias a un famoso maestro tengu.Es solo que soy tan bueno con la espada que nadie menciona mi habilidad con el arco”.“Ahora que lo pienso, es una pena. ¿Por qué no dejas que te enseñe a usar el arco?”Hubo un tiempo en que reparaba el inrou roto de ese tonto mientras de sus labios salían palabras muy duras...Hubo un tiempo en que no podía evitar sonreír aunque dijera cosas rudas para divertir a otros.“Si ya eres un hatamoto con una gran responsabilidad, ¿por qué tienes que seguir buscando problemas?Si ya estás casado con una hermosa mujer, ¿por qué estás todo el día fuera de casa apostando?”“Si ya...”Decidió no terminar la pregunta y nunca volver a formularla.Si la señorita Saiguu hubiera estado ahí, se le habría ocurrido alguna ingeniosa manera de preguntarlo.“No importa. He decidido tomarme unas vacaciones, al menos por hoy.Deja de lado las cosas del santuario y escapémonos al mar, como hacíamos como cuando eras pequeña”.Entonces, la llevó al puerto y ambos contemplaron fascinados el ir y venir de los barcos.Le escuchó hablar de Teruyo y de cómo heredó la belleza y la técnica de su maestro.De la pesadilla que lo aterrorizó y en la que se cortaba su propia cabeza...Pero ambos sabían perfectamente que eso solo servía para ocultar la tristeza del mundo de los adultos.Pasó mucho tiempo.Contemplando los arrecifes llenos de musgo y el puerto en el que ambos tuvieron su primera cita,y para que ese jugador de apuestas ganara una vez más y para rezar por su tranquilidad,volvió a situarse en la cima de la aventura mientras alzaba el inrou que había hecho personalmente.Con la esperanza de recuperar sus recuerdos, recogió el poder de los truenos y los relámpagos.