Corazón de la Amistad
El viajero de una tierra lejana llevaba esta flor en su pecho.El Viajero dejó atrás su vida privilegiada para vivir una errante y sin preocupaciones.Junto a un transparente lago de aguas dulces de una tierra extranjera, se encontró con una doncella que tenía el ceño fruncido.“¿Eres un viajero de una tierra lejana? Bueno, tampoco es que me importe...Oh, ¿así que eres músico? Entonces, te ruego que no me insultes con palabras bonitas o canciones vacías, por favor.Recuérdame tal como soy:un trofeo al que darán como ofrenda para el ‘festival’”.El Viajero, que había abandonado su tierra natal, llevaba esta flor en su pecho.Quería recordarse a sí mismo que no debía amar a nadie y no apegarse a nada en el mundo.Sin embargo, sí recordaba a aquella joven, tal como le había prometido, y estaba dispuesto a arriesgar su vida por ella.
Corona del Adiós
Antes de partir, el Viajero tomó esta corona de ramas de sauce como su último recuerdo.Si la conservaba, siempre recordaría a su amada, que había desaparecido como un diente de león arrastrado por la brisa.El Viajero era un lirista errante, y la doncella de la tierra del vino era una prisionera de la nobleza.Por razones que ni siquiera él mismo conocía, la música de su lira revelaba su verdadero corazón.“¿Qué es lo que más me conmueve de ti? Tu sonrisa, por supuesto.Porque, desde que nos conocemos, nunca la he visto.Te prometo que romperé las cadenas que te tienen aprisionada.Cuando llegue ese momento, ¿me permitirás ver tu sonrisa?”“Sí, muchas gracias. Sería maravilloso que pudieras hacer eso”.Lo que dijo el lirista sonaba muy bien, claro está, pero ¿quién podía confiar en las palabras de alguien que se dedica a cantar?
Cáliz Extranjero
Las liras tienen cuatro cuerdas.Los días que el Viajero pasó con sus compañeros de la Orquesta fueron posiblemente los más felices de su vida errante.Al principio, fue solo un encuentro casual con el director.Pero las invisibles cuerdas del destino llevaron al Viajero a la joven cuya espada era una flauta y a un hombre llamado “Kreuzlied”.En medio de lo cantos y los bailes de la alegre taberna, el lirista presentó a sus camaradas a una doncella que había conocido por casualidad.El Viajero, que estaba borracho, rasgueó las cuerdas y cantó en voz alta.Con los músicos de la Orquesta a su lado, nunca más tendría que viajar solo...Tal vez podría viajar junto a ellos hasta el final de su viaje.
Pluma del Retorno
Un despiadado poder despedazó toda esperanza e hizo que la promesa de volver a verse desapareciera como sombras fugaces.El Viajero errante había perdido una vez más el lugar al que llamaba “hogar”.El desdeñoso mal robó la alegría de su amada,Y el interminable conflicto destrozó su alma irreverente.Esas melodías suaves y juguetonas como un hadaSe convirtieron en un sonido metálico, agudo y latente.Por sus camaradas, por su mejor amigo, por las mesas en las que nadie volvería a beber vino...Por la libertad, por la vida y por vengarse del mal que se había llevado su sonrisa.Así, con gran resolución, el Viajero tocó por última vez la lira y disparó su última flecha.Cuando ya estaba acostumbrado a vivir en esta tierra extranjera, un día miró hacia el cielo azul.Entonces, supo que el cielo era el mismo que el de su tierra natal...
Piedra Atrapaluz
El Viajero perseguía tanto al destino como al inexorable paso del tiempo.De hecho, en su eterno fluir, se podía divisar el fin de la Orquesta que se opuso a la aristocracia.En el transcurso de un largo viaje, incluso el reloj mejor fabricado puede dejar de funcionar.Lo único que nunca se apagará será la luz del sol y de la luna.Por ello, el Viajero debía competir contra esa luz para ser consciente del paso del tiempo.Por un lado, estaban las grandiosas mansiones de los nobles, y, por otro, la Orquesta, que jamás descansaba para derrocar al tiránico régimen.El paso del tiempo agitó a ambos por igual, lo que hizo que sufrieran el mismo destructivo destino.Bajo el cielo nocturno sin luna, las oscuras sombras reflejaban el cansancio del forastero.“Cuando el fugaz brillo de las flechas desaparece, la melodía llega a su fin.¿Te veré sonreír de nuevo cuando caiga la torre en la plaza de la ciudad?”.