“Hace muchas, muchas lunas, bosque era laberinto gigante…”.

Último Rey de Bosque había regresado a Sarva. Aquel que un día fue su vasallo había heredado título de “tigre”.
En pasado, cada sombra que creaban árboles formaba parte de dominio de Rey de Bosque. Mientras recorría aquellos parajes sobre que ejercía su dominio, aves y bestias que dependían
de cobijo de bosque inclinaban cabeza a su paso para rendir homenaje y respeto.

Cada rey ha de tener su propio palacio. Es por ello que conforme reyes se sucedían, bosque cambiaba a imagen y semejanza de sus sueños e ideales.
Palacio de último Rey de Bosque se escondía tras muro de árboles y enredaderas, más allá de red de arroyos y montañas.
Haces de luz de luna se filtraban a través de copas de árboles y resplandecían al reflejarse sobre cristalinas aguas, como cuentas de un collar de perlas. Rey estaba junto a agua, disfrutando de ambos reflejos de luna en soledad.

Y así fue como se creó laberinto de bosque. Cuentan leyendas que Rey de Bosque trazó contornos de laberinto en sus opulentas rayas.
Palacios de reyes se superponían unos a otros, creando interminables caminos de árbol a otro de bosque. Arroyos llegaban a su fin y nuevas ramas brotaban aquí y allá.
De ahí que caminos se volvieran cada vez más enrevesados. Solo Rey de Bosque, aranara, y aquellos que habían recibido bendición de árbol de rey eran capaces de caminar despreocupadamente
por territorio, moviéndose entre arroyos y árboles para encontrar su propio camino.

…
Al final, último rey dio su vida protegiendo bosque. Palacios dejaron de construirse y laberinto desapareció.
O tal vez fueron hordas de monstruos oscuros que derribaron árboles, como huracán arranca espigas de trigo. Y así, laberinto murió, junto con Rey de Bosque.

Aranara que me contó esta historia era tímido y no gustaba cantar delante de otros. Siempre buscaba lugar donde pudiera estar solo.
Una noche en laberinto, se encontró con hermoso reflejo de luna en agua. Así fue como escuchó historia de último Rey de Bosque.
Después, corriente de agua se movió y reflejo de luna se disipó. Muchas, muchas cosas cambiaron, y otras permanecieron inamovibles.
Y bueno, ustedes y yo nos parecemos en una cosa: a pesar de que nunca hemos visto ningún rey, creemos firmemente que tigre era noble y poderoso Rey de Bosque.